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Cangamba, la victoria

Cangamba, la victoria

 

Corría el mes de Agosto de 1983. En la República Popular de Angola, cubanos e hijos de esa hermana nación, escriben una de las páginas más hermosas de solidaridad, resistencia y amor entre dos pueblos hermanos.

 La heroica acción militar tuvo lugar del 2 al 10 de agosto de 1983, cuando fueron cercadas y atacadas las posiciones defendidas por combatientes internacionalistas cubanos y de las Fuerzas Populares de Liberación de Angola (FAPLA) en el pequeño poblado de Cangamba, por fuerzas de la Unión para la Independencia Total de Angola,  (UNITA).

Según narra la historia, a las 5 y 55 de la mañana del dos de agosto de 1983 fuerzas de la UNITA establecen el cerco a la 32 Brigada de las FAPLA y a unos 80 combatientes cubanos, entre los que se encontraban jefes, oficiales y especialistas que asesoraban a la jefatura de la unidad angolana.

Allí estaban también soldados cubanos del Servicio Militar Activo y un grupo de combatientes en activo, provenientes de las reservas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y su jefe, el entonces teniente coronel Fidencio González Peraza. Durante más de una semana, se desarrolla una desigual batalla, que también golpea a la inocente población civil.

Cercados, sin agua ni alimentos ni medicinas, asediados por las fuerzas enemigas, así estuvieron los leones de Cangamba, como se les llamaría después, entrelazados y firmes, junto a los hermanos angolanos, para siempre.

Sólo la fe en la victoria, y la confianza de que la revolución no deja nunca abandonado a uno solo de sus hijos, permitió hacer tamaña proeza.

Hasta ellos llegaban los impactantes comunicados del Comandante en Jefe Fidel Castro, un incentivo más para hacer el milagro.Mucho tiempo después, en septiembre del 2008, el líder de la Revolución Cubana reflexionaba sobre la compleja operación militar:

 

“Las imágenes de las casas incendiadas por los proyectiles con que los gobernantes sudafricanos armaron una etnia africana para lanzarla contra sus hermanos angolanos no se pueden borrar nunca. Las cosas ocurridas en aquel campo de batalla en que nuestros compatriotas, junto a los angolanos, realizaron aquella proeza fueron realmente conmovedoras. Sin su resistencia heroica todos habrían muerto. Los que cayeron no lo hicieron en vano”.

 

¿Qué fue Cangamba? A la luz de treinta años, Cangamba fue el símbolo de una juventud fiel a sus valores, a sus tradiciones, a sus líderes y al principio irrenunciable del internacionalismo, y fue además, la prueba más contundente de la resistencia y el coraje de nuestro pueblo.

Cangamba fue el símbolo, en una remota aldea africana, del valor de esta isla del Caribe que no ceja ni cejará jamás ante un enemigo poderoso que intenta destruir los sueños y las esperanzas.

Conmovedor resulta aún con el paso del tiempo, pensar en la  valerosa y ejemplar actuación de los pilotos internacionalistas de la aviación de combate, que causaron el grueso de las bajas al enemigo y quienes, junto a los de la aviación de transporte y de los helicópteros, lo arriesgaron todo por salvar a sus compañeros cercados.

 

Impresiona aún leer la carta de Fidel a los combatientes cubanos y angolanos en Cangamba en los momentos más difíciles:

 

A los cubanos y a la 32 brigada FAPLA que luchan en Cangamba.

Queridos compañeros:

Durante días hemos seguido hora a hora la heroica resistencia de ustedes frente a fuerzas muy superiores en número y medios de los títeres de Sur África en Cangamba.

Hemos adoptado todas las medidas para apoyar las tropas sitiadas. El envío de refuerzos cubanos por helicópteros a ese punto es prueba de nuestra determinación de librar y ganar esa batalla junto a los angolanos.

Poderosas columnas blindadas avanzan ya rápidamente en dirección a Cangamba.

Todo depende ahora de la capacidad de ustedes para resistir el mínimo de tiempo indispensable para que esas tropas lleguen a su objetivo.  Si el enemigo toma Cangamba no tendrá piedad con los heridos y prisioneros.

Desde sus posiciones, bien atrincherados, con serenidad, confianza en sí mismos y total determinación deben rechazar los ataques enemigos, resistir a pie firme el fuego artillero y aniquilar a los que intenten apoderarse de la posición.

Es preciso ahorrar municiones y asegurar un fuego certero, así como soportar con firmeza el hambre y la sed si se agotan los víveres y el agua.

Todos los medios y fuerzas cubanas se emplearán si fuera necesario para liberarlos del cerco enemigo.

Nuestras tropas llegarán rápido, en tres o cuatro días, pero si la distancia, los obstáculos naturales y la acción del enemigo, las retrasasen el doble o el triple del tiempo, o aun más, hay que resistir, porque llegarán allí a cualquier precio.

Que Cangamba se convierta en cementerio de los mercenarios que sirven a los odiosos intereses de los racistas surafricanos.

Que Cangamba sea un símbolo imperecedero del valor de los cubanos y angolanos.

Que Cangamba sea ejemplo de que la sangre de angolanos y cubanos derramada por la libertad y dignidad de África no ha sido en vano.

Confío en el valor insuperable de ustedes y les prometo que los rescataremos cueste lo que cueste.

Fidel Castro Ruz 7 de agosto de 1983.

 

En la Batalla de Cangamba cayeron 18 cubanos, 77 angolanos y un número elevado de enemigos resultó herido, pero se consiguió la retirada de los atacantes. A miles de kilómetros, la genialidad de Fidel y el valor de esos hombres fueron claves para el triunfo. Hoy conmueve verlos en una foto, con las armas y los brazos levantados, vestidos de camuflaje, en señal de victoria. Cangamba es el alma de nuestro pueblo.

 

 

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