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Carta para un 23 de agosto

Carta para un 23 de agosto

Fue aquel agosto de 1963 cuando naciste. Estaban Fidel y Vilma, y cientos de mujeres que creaban una organización que a partir de ese momento comenzaban a cristalizar sus sueños de crecer y hacer una revolución dentro de la revolución, como había advertido el máximo líder de la Revolución.

Tres siglas comenzaron a identificarte desde entonces: FMC.

Entonces comenzaste a tomar muchos rostros: el de la mujer campesina, obrera, profesional, dirigente, parlamentaria.

Y empezaste a hablar con voz propia en los escenarios nacionales e internacionales.

Fuiste a los campos y a las industrias, a los centros científicos.

Alfabetizaste en los sitios más inhóspitos. Libraste batallas por la salud de tu pueblo. Subiste camiones y fuiste a trabajos productivos, y en el surco y en la fábrica, en la escuela y en el hospital, tu risa y tu dulzura imprimió más amor a la obra de la revolución.

Saliste del hogar y comenzaste a conquistar un país que para siempre sería tuyo.Nacieron los círculos infantiles, las escuelas en el campo y tus hijos y tus hijas empezaron a crecer más libres. Y de pronto, casi sin darte cuenta, comenzaste a hablar de derechos conquistados, conociste la palabra equidad, igualdad, respeto.

En cada barrio promoviste la solidaridad, y partiste entonces a otras naciones para entregar cariño a otros pueblos.

Vestiste de miliciana, de verde olivo, porque tú también exigiste la oportunidad de defender tu isla, tu independencia,  el futuro de tus descendientes.

Ahora ya eres más madura, porque 53 años te dan otra visión de la vida y te das cuenta que no todo ha sido fácil. Así asumiste el período especial, y salvaste contra viento y marea y a pesar de las carencias, las cosas más importantes, las que no podías perder.

Ahora llegas a otro Congreso. Y así llegas a este aniversario. Con nuevos pensamientos, porque el mundo cambia y porque las transformaciones de este país también cuentan y tienen que contar con tu sabiduría, con tus conocimientos, con tu ternura.

Así llegas, Federación de Mujeres Cubanas a tus 53 años, renovada, con la seguridad de que estas cinco décadas te han servido para hacerte más fuerte, más decidida, y sin dudas, más grande.

 

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