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Días de Feria en Villa Clara: para no olvidar

Días de Feria en Villa Clara: para no olvidar

Son días de feria en Villa Clara. El intelectual brasileño Frei Betto está una mañana especial de esta semana de febrero en Santa Clara, y en el mismo corazón de la ciudad presenta la nueva edición del libro “Fidel y la religión”, junto a otras obras suyas. El reconocido teólogo de la liberación habla de amor, de entendimiento, de paz.

Es la Vigésima edición de la Feria Internacional del Libro en su versión villaclareña, cargada de tantos asombros y parabienes, que no hay tiempo para el descanso. Las letras andan de fiesta.

El Premio Nacional de Ciencias Sociales, Doctor Fernando Martínez Heredia y el escritor Jaime Saruski, a quienes se dedica el certamen, llegan al centro de la isla para ofrecer conferencias, presentar sus libros y recibir el calor de un pueblo. Homenaje que cristaliza con la condición, para ambos de Huéspedes Distinguidos de la ciudad de Santa Clara.

Después de  compartir una tarde inolvidable con el Premio Nacional de Literatura Daniel Chavarría en el Museo de Artes Decorativas, una joven universitaria se acerca al afamado escritor, le pide una foto, un autógrafo y le confiesa que a los 15 años leyó su primera obra. “Desde entonces, persigo sus libros, y me parece casi imposible que esté hoy aquí junto a usted”, le dice  con tanta emoción que no puede esconder las lágrimas.

Mariela Castro, Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) ofrece una conferencia en el centro cultural El Mejunje, sobre los vínculos de ambas instituciones en un empeño mayor: romper barreras y prejuicios.

Entretanto, el Doctor Eduardo Torres Cuevas, Presidente de la Academia de Historia de Cuba y Director de la Biblioteca Nacional, intercambia con los lectores en la Sala Caturla de la Biblioteca Martí, institución a la que dona valiosos libros.

Son días de feria en Santa Clara.

Otra tarde, el periodista, escritor, ensayista y cineasta Víctor Casaus, Director del Centro Pablo de la Torriente Brau defiende el género del testimonio, “porque el buen testimonio es la vida misma”.

Y un hijo ilustre de Santa Clara, el Doctor Rolando Rodríguez no quiere que su ciudad quede sin el último libro que ha escrito sobre la historia de Cuba.

No falta el homenaje póstumo al discípulo más fiel del sensible Zarapico Samuel Feijoo. Y como un regalo de alguien que no quedó en el recuerdo, se presenta su última obra: “La fiesta del Tocororo”.

Son días de feria, y nadie queda en casa. Escritores latinoamericanos como los ecuatorianos Edna Iturralde y Cristian Avecilla,  Pedro Nazar, de Argentina y el colombiano Alvaro Castillo comparten con los lectores, y se van colmados de ese sentimiento de solidaridad que nos une a los pueblos del sur.

Una investigadora pregunta en qué librería o en cual de las carpas colocadas en el céntrico Parque Vidal puede encontrar el texto que necesita para culminar su tesis de maestría o de Doctorado.

Unos optan por novelas, por cuentos. Otros buscan la buena poesía. Un niño entra al Pabellón Infantil y pregunta por un libro de Ortografía que ya se agotó en otros lugares.

Verdadero jolgorio, alegría popular, fiesta de una isla que hace mucho tiempo interiorizó con José Martí que “Leer es una manera de crecer, de mejorar la fortuna, de mejorar el alma”, y con Fidel que “la cultura es lo primero que hay que salvar”.

Tertulias con escritores de alto prestigio de la provincia, presentaciones de libros y obras nuevas, fiestas latinoamericanas con jóvenes  de otras nacionalidades que cursan estudios de nivel superior en nuestra isla...Y como si todo fuera poco, la Compañía Infantil La Colmenita llega con su obra “Abracadabra”, como un canto a la paz y a las buenas causas, y para los pequeños de la familia, “Elpidio Valdés y los Van Van”. 

Son días de feria en Santa Clara. Días inolvidables que quedarán en la vida de esta ciudad y de este pueblo, que guardará, para siempre, intactos, los pasajes de estas horas que se fueron muy rápido, pero que dejaron, para siempre, la certeza de que, a través de las letras, se enriquece el espíritu y el alma de la nación.

 

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