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MI PROVINCIA EN 26

MI PROVINCIA EN 26

Villa Clara está en 26. No por repetida la frase  deja de emocionarnos.

Estaba en la Ciudad de la Habana cuando supe la noticia, y una vez más volví a sentirme orgullosa de mis coterráneos. Como ya es costumbre hace doce años, mi provincia vuelve a estar en la avanzada del país.

¿Cuál es el secreto?

Los máximos dirigentes de esta provincia durante todo este tiempo no son los mismos, han pasado a ocupar otras responsabilidades en el país. Pero recuerdo a Miguel Díaz Canel Bermúdez (hoy Ministro de Educación Superior, y quien ocupó en Villa Clara la responsabilidad de Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba), quien una y otra vez hablaba de la “cultura del detalle”.

“Hacer de cada día un 26, de cada mes un julio, de cada compromiso un Moncada”.

Ese es el estilo de trabajar en este territorio central de la isla.

Fidel nos calificó: “vencedores de dificultades y obstáculos”, y lo somos.

Huracanes, sequías, situaciones difíciles por las que hemos atravesado, no han podido hacer mella en la estirpe de este pueblo.

Ante los restos inmortales del Che Guevara lo prometimos: traer resultados.

Cada año, los trabajadores, representantes de organismos y entidades villaclareñas llegan a la Plaza, y entregan resultados al Che y a su Destacamento de Refuerzo. Resultados en el orden económico, social.

Pero la clave mayor, en mi criterio, es el eterno espíritu de inconformidad que reina aquí. Jamás estamos satisfechos, aunque avancemos en determinados renglones. No nos quedamos con los brazos cruzados.

Creemos que siempre podemos hacer más: Todos juntos: generaciones unidas, los que peinan canas, los jóvenes, los adolescentes, las niñas y niñas.

Se me ocurre también pensar que como somos una tierra central, recibimos vientos que llegan del Occidente y el Oriente de la isla y recogemos todos los buenos sentimientos de voluntad y firmeza que soplan en esta tierra indómita.

Que hoy Villa Clara tenga la sede del Acto Nacional por el Día de la Rebeldía Nacional es motivo para celebrar, pero también para trabajar más, escuché decir hace unos días a Julio Lima Corzo, actual Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia.

Ese es el sentimiento que nos embarga cuando esta tierra se viste de naranja (color que nos identifica, porque es el que representa a nuestro equipo de béisbol), y también de rojo y de negro, el color de la fecha moncadista. Esa efeméride que nos recuerda a jóvenes valerosos, que en el año 1953, con Fidel Castro al frente, asaltaron los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, para decir que el Apóstol José Martí no murió en el Año de su Centenario, porque, como asegurara el Jefe de la Revolución cubana en aquel momento: “su pueblo es fiel a su recuerdo”.

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