HOMENAJE A LA FLOR MAS AUTOCTONA DE LA REVOLUCION

No podía ser diferente el homenaje a la cubana amante de la mariposa y de la Sierra.  Celia Sánchez Manduley cumplió 90 años este 9 de mayo, y las  santaclareñas y santaclareños rindieron homenaje a esa mujer insigne con una cantata donde primó la cubanía y el compromiso eterno con la patria.

En la tarja situada en el Reparto Bengochea, en la capital provincial, y dedicada a la flor más autóctona de la revolución, niños y jóvenes, representantes de las nuevas generaciones de artistas,  interpretaron poemas y canciones dedicadas a Cuba, a la revolución, a la mujer y al amor entre los seres humanos.

Sonia Rojas, dirigente de la Federación de Mujeres Cubanas en esa comunidad, (FMC), explicó la trascendencia de ese lugar sencillo como Celia, devenido en un sitial de honor de la historia local, con gran sentido de pertenencia, y donde siempre se convoca al combate sin tregua por la revolución.

Recordó los acontecimientos allí vividos: graduaciones escolares, concentraciones populares para defender nuestras causas más sagradas, el mismo lugar donde colectivos obreros han sellado sus compromisos productivos.

Por eso allí, ante la imagen de la manzanillera y cubana, niñas y niños declamaron versos, y las trovadoras cantaron al amor, y se interpretaron  melodías insignes como la Bella Cubana.

Allí también se habló de presente y de futuro.

Víctor Mendoza Palencia, miembro del Buró Municipal del Partido entregó un reconocimiento a las santaclareñas por su participación protagónica en el primero de mayo, “una muestra de que la mujer cubana es fiel al legado de Celia Sánchez, y que ella vive, y nos muestra de qué lado está el camino de la razón”, aseguró.

Fue un homenaje sencillo, pero con un mensaje al mundo: las cubanas y los cubanos somos fieles a nuestro pasado de glorias.  Así lo ratificó también Alicia Campos Pérez, Secretaria general de la FMC en Villa Clara, acompañada de  otras dirigentes femeninas y del resto de las organizaciones de masas del territorio.

Así lo pude advertir además, en los rostros de las familias, y la mezcla de tantas generaciones allí reunidas, que volvieron a decir, en el centro de la isla, que a 90 años de su natalicio, Celia está  junto a nosotros, dándonos la luz y la fuerza para continuar.