Blogia
Dalia

MUJERES CUBANAS: RAZONES PARA UN 8 DE MARZO

MUJERES CUBANAS: RAZONES PARA UN 8 DE MARZO

Hace exactamente una centuria, durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, se proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres. La idea fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de cien mujeres procedentes de 17 países.

Un año después, en marzo de 1911, se celebró por primera vez la fecha  en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Una mirada a la historia nos aporta otros datos: el 25 de marzo de ese mismo año, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.

Desde entonces la celebración de este día ha devenido un momento especial para hacer jornadas de reclamos por la paz mundial, contra la guerra, o en defensa de los más legítimos derechos de las féminas en todo el planeta.

Así, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión.

El creciente movimiento, reforzado por las Naciones Unidas mediante cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de sus derechos y su participación en la vida política y económica.

Es, entonces, una ocasión más para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y homenajear a esas féminas que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de la humanidad.

En nuestro país, a partir del año 1959, con el triunfo de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro y Vilma Espín, combatiente de la Sierra Maestra y luchadora clandestina contra la dictadura batistiana, se convierten en abanderados del inicio de otra revolución dentro de las profundas transformaciones sociales que se realizaban en la isla.

El surgimiento de la Federación de Mujeres Cubanas, la colocación de la mujer en el lugar que había ganado por derecho propio, el protagonismo en las principales batallas que comenzaron a librarse a partir de entonces en la construcción de una nueva sociedad, fueron conquistas insoslayables.

Las cubanas ascendieron, como nunca antes, a cargos de dirección en los principales renglones, elevaron su cultura, su nivel profesional, y unieron sus fuerzas junto a la máxima dirección revolucionaria para reafirmar sus derechos.

En materia jurídica se avanzó de manera inusitada. Por ejemplo, se firmó el Código de Familia, que transforma los conceptos de las relaciones puertas adentro de los hogares.

Ante nuevas realidades, el Código de Familia en Cuba es sometido a un somero estudio, para adecuarlo a las condiciones actuales de la nación.

Indiscutible es el ascenso de las cubanas a puestos gubernamentales. Ahora mismo en pleno proceso eleccionario, se   insiste en que la población tenga en cuenta a las mujeres destacadas en cada comunidad para ser nominadas como candidatas a delegadas del Poder Popular.

En estos momentos la presencia femenina en la Asamblea Nacional alcanza el 43,16 por ciento, con 265 mujeres diputadas.

Sin embargo, el camino para lograr el pleno ejercicio de la igualdad no es fácil. Subsisten muchas barreras que todavía nos impiden ubicarnos plenamente en el lugar que nos pertenece y que nos hemos ganado por derecho propio, como protagonistas de esta obra que todas y todos construimos.

Aún existen rasgos de machismo, estereotipos, mitos, manifestaciones de violencia, la doble carga a la cual estamos sometidas, pero lo que sí NO podemos negar es el crecimiento de las cubanas en las últimas cinco décadas.

Constituimos un alto por ciento de la fuerza profesional y calificada del país, somos mayoría en sectores decisivos como la educación y la salud, y también estamos presentes en la dirección de Ministerios, organismos y entidades.

Las cubanas están presentes, junto a los hombres de la isla,  en las misiones internacionalistas.

Se cuenta, por otra parte, con muchísimos espacios para dialogar, profundizar sobre nuestras preocupaciones y anhelos. Hoy somos más respetadas, y sin lugar a dudas, más plenas.

Aquí, en el centro de Cuba, he tenido la satisfacción de compartir con muchas mujeres de diferentes sectores que me dan la certeza de cuánto hemos crecido en estos tiempos, apenas sin darnos cuenta.

Mujeres que dirigen cooperativas de producción agropecuaria, como la ingeniera Ismeysys López Moreno, o profesionales que alcanzaron el título de Doctoras en Ciencias, como la profesora Milagros Román, de la Universidad Central Marta Abreu de las Villas, o la científica Zenaida Rodríguez Negrín., al frente del Centro de Bioactivos Químicos de la casa de altos estudios.

También jóvenes como Maricel Pino, delegada, Presidenta de un Consejo Popular y diputada a la Asamblea Nacional, o Mirta Díaz Upierre, obrera,  delegada de circunscripción, dirigente femenina, o Anolan Turiño , fundadora de la FMC, y quien asegura que hoy todo es diferente, porque las mujeres están en todas partes, y ya pueden tomar decisiones por ellas mismas.

En un diálogo con la joven villaclareña Regla Dayamí Armenteros, integrante del Consejo de Estado de la República de Cuba, me aseguraba que ser mujer en este país es un motivo más para estar felices de la obra que hemos edificado, todas y todos los cubanos.

Por eso, y porque este 8 de marzo, mujeres en todo el mundo, volverán a alzar sus voces en reclamo de sus derechos inalienables que le han sido negados, las cubanas miramos al futuro, orgullosas de una nación que nos ha enaltecido, para siempre.

 

0 comentarios