En CMHW: despedida para quienes no dicen adiós

Jubilarse de la vida laboral en plenas facultades, con el orgullo de saberse útil es como un regalo del destino para quienes peinan canas, y dejan tras de sí un legado de entrega, de consagración, de profesionalidad y de altruismo.

Confieso que este lunes los trabajadores de la CMHW vibramos de emoción cuando dedicamos décimas, crónicas, música, aplausos, risas y hasta lágrimas a tres trabajadores que solicitaron su jubilación, lo cual no quiere decir su retiro.

Ela Consuelo Pérez Martínez, analista musical, y quien ha acumulado décadas y décadas, tras las cintas magnetofónicas, primero, y después en el servidor de la emisora, clasificando los números que disfrutamos en el centro del dial.

Ela Pérez, la Novia de la música villaclareña, es dueña de profundos conocimientos que la hace dominar una gran variedad de intérpretes, autores, grupos, solistas. Una fuente inagotable donde siempre los realizadores del medio van a beber.

Y junto con ella, dice adiós a la vida laboral, Orlando Sevajanes González, nuestro querido Jefe de Información. Un hombre con una preclara visión política, como un padre, en el cual siempre hemos confiado los cuadros de dirección, los periodistas, los corresponsales para hacer las cosas mejor.

Sevajanes goza de respeto y autoridad. Porque, junto a su larga y brillante trayectoria revolucionaria, une el sentido de la responsabilidad de saber que una palabra dicha frente al micrófono entraña un gran compromiso, en primer lugar, con ese pueblo que nos escucha y nos sigue. Una enseñanza que nos ha calado bien hondo para todos los que una vez escogimos la difícil y hermosa profesión de periodistas.

Otro puntal de esta emisora, y del medio en el país, también se jubila: Rogelio Castillo Moreno. Premio Nacional de la Radio Cubana. Maestro de generaciones de directores. El director de ese símbolo de programa, que es el dramatizado infantil “Pañoleta Azul”. El martiano por convicción. El que siempre tiene una frase inteligente ante los escabrosos caminos del arte.

Son, definitivamente, tres personas que encierran el sentido de esta Reina Radial del Centro: dedicación, disciplina, entrega, compromiso.

Por eso, este martes, cuando en el patio de nuestra querida casa, que es la CMHW, despedimos, entre flores, risas, lágrimas, crónicas, poemas y muchos besos sinceros a Castillo, a Ela y a Sevajanes, vibramos de emoción, convencidos de que los buenos jamás se retiran, porque siempre necesitaremos de sus experiencias, de su talento, de ese caudal inmenso de amor a una emisora devenida voz y corazón de su pueblo.

 

Fotos:  Liset Ruiz Mateo, de CMHW