Blogia
Dalia

Nuevo curso: el alumbramiento del futuro de la Patria

Nuevo curso: el alumbramiento del futuro de la Patria

 

 

Dalia Reyes Perera

Septiembre comienza con la gran fiesta del saber. Septiembre de libretas, de lápices y libros, de pizarras, tizas, y computadoras. Septiembre de niñas y niños, adolescentes, jóvenes y también de adultos, contagiando con su alegría las calles, los barrios, y cada escuela que abre sus puertas como un palacio donde  maestros y profesores regalan el tesoro mayor: el conocimiento del mundo.

Nadie ha dicho que será un curso fácil para Cuba. Las limitaciones de recursos han dejado sus marcas en la infraestructura de las instituciones educacionales, también hay dificultades con la cobertura docente, hay imprescindibles transformaciones en la enseñanza que constituyen un gran reto, pero nada impedirá que una vez más, el período lectivo culmine exitosamente.

Una vez más, profesionales, trabajadores de la producción de vasta experiencia, alumnos de las universidades y de centros pedagógicos estarán frente a las aulas junto a los más consagrados pedagogos de todas las generaciones.

El Estado volverá a dedicar, con grandes esfuerzos, gran parte del presupuesto para garantizar la reparación de escuelas, círculos infantiles, institutos politécnicos, universidades y para que se cumpla definitivamente, el objetivo del sector y de la nación, porque aquí, ya lo sabemos, lo más importante es el futuro del país y la formación de seres humanos con los valores y virtudes imprescindibles para hacer una sociedad mejor.

En Villa Clara abren sus puertas este 5 de septiembre más de 600 escuelas de todos los niveles de enseñanza, con más de 112 mil estudiantes. Ellos tienen a su disposición los recursos y materiales necesarios  para aprender y formarse para la vida.

Ellos tendrán a sus maestros y profesores que darán lo mejor para instruir y más, educar a las nuevas generaciones del territorio.

Una vez más las calles se inundarán de pañoletas rojas y azules, y un crisol de colores de diversos uniformes hará más bella la vida del país.Y los abuelos, los padres y las madres, volverán a la carga para ayudar a que sus hijos cumplan con sus estudios. Y nuevamente, la vida volverá a la normalidad luego de las vacaciones.

Vendrán los momentos tensos de los exámenes, las noches de insomnio para el aprendizaje, la decisión de la continuidad de estudios, las actividades extracurriculares, los momentos dulces de compartir con los amigos y amigas que se hacen en las escuelas, esas amistades que quedan para toda la vida.

Otra vez es septiembre, y el país se alumbrará con el “Sol del mundo moral” al que se refirió el Maestro Mayor, José Martí, ese Sol que también hay que llevar a las aulas, donde cada familia y escuela, y sobre todo cada alumno, tendrán la responsabilidad mayor. Ahora mismo retomamos las  palabras del Padre Félix Varela, sacerdote, maestro, escritor, filósofo y político cubano; el primero que enseñó a los cubanos en pensar en el patriotismo y en la grandeza de nuestra Isla de Cuba, ese gran pedagogo quien advirtió: “Por buen maestro entendemos no solo el que comunica y enseña con claridad su materia, sino el que se gana por su dignidad, decoro y juicio un dulce imperio en el corazón de sus alumnos”.

Y una vez más, ahora cuando comienza el curso, es tiempo de recurrir al pensamiento del Apóstol de Cuba, nuestro Martí quien definió: “La enseñanza, ¿quién no lo sabe?, es ante todo, una obra de infinito amor”.

Que sean entonces el dulce imperio en el corazón de los alumnos y esa obra de infinito amor las ideas que primen en este curso escolar, que volverá como un alumbramiento del futuro de la Patria.

0 comentarios