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Gerardo, el preso cubano cumple 49 años

Gerardo, el preso cubano cumple 49 años

Su número como preso es el 004-58725. Gerardo Hernández Nordelo permanece más de 15 años injustamente en una cárcel de Victorville, California, Estados Unidos, por el único crimen de combatir el terrorismo. Cumple hoy 49 años con la misma cubanía, el mismo sentido del humor, y la altivez que lo llevó a arriesgar hasta su propia vida, y también a muchos renunciamientos personales, para entregarse a su pueblo, y a salvar la vida de otros seres humanos.

Fue condenado el 14 de diciembre de 2001 por un Tribunal federal de la Florida,  parcializado políticamente, que le impuso la condena de dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión, inculpado, sin argumentos ni pruebas, de penetrar instalaciones militares estadounidenses, de infiltrarse en grupos anticubanos radicados en la ciudad de Miami, y la calumnia mayor: haber participado en el derribo de las dos aeronaves del grupo terrorista autotitulado "Hermanos al Rescate" que violaron el espacio aéreo cubano el 24 de febrero de 1996.

Le dicen Cuba, porque es un símbolo de esta isla, que enfrentó como David a Goliat, y así, como Cuba, lo identifican los demás prisioneros, quienes lo respetan y admiran,  también por su hombría y su fidelidad.

Hace más de un año, en un Monólogo publicado donde habla de su vida en la cárcel, Gerardo aseveraba: “Todas las noches digo: otro día más al servicio de la patria, un día menos, aunque mi condena es para toda la vida, confío en los miles de amigos que tengo en el mundo que harán que las rejas de los Cinco se abran”.

El número 004-58725 de la prisión de Victorville, California, tiene una esposa a la que adora y a la que sigue hablando con el mismo amor que sintió el día que conoció en una parada a  Adriana, la chica de los ojos negros y grandes a la que eligió como compañera de su vida.

Adriana ha expresado: “Gerardo me inunda de optimismo, él me dice tú eres la campeona olímpica de mi vida, quiero que esos ojos lindos siempre rían, entonces, ¿Cómo con un hombre así uno puede darse el lujo de entregarse al sufrimiento?. Evidentemente Gerardo te da motivos para seguir luchando”.

Para Villa Clara, Gerardo es especial. Recientemente envió por medio del amigo canadiense Bill Ryan,  bates con los nombres de los cinco para un equipo infantil de béisbol del Municipio de Remedios y para el connotado receptor Ariel Pestano.

En la Peña Cultural la Casa como un árbol, que tiene lugar en Villa Clara cada día 5 a las 5 de la tarde, el día que recibió el presente, Pestano significó: “Agradezco sinceramente que Gerardo nos recuerde , que esté al tanto de lo que sucede en nuestro país, una acción así le da motivos a uno para seguir al lado de las causas justas, incluso, hasta me siento con muchas energías, hasta para seguir jugando”, dijo el afamado “máscara” del equipo Cuba y de los naranjas, de esta provincia.

Y también con Carmen Aurora González, la madre santaclareña de los cinco, la que mantiene correspondencia con él hace muchos años, ha logrado una relación muy especial, una relación que lo une a esta ciudad.

En dos ocasiones, Gerardo ha llamado por teléfono a Carmen, instantes que ella califica como “los más felices de mi vida, Gerardo transmite alegría, esperanza, fe y fuerza, no olvida nada, un cumpleaños, un día especial. Es un gran ser humano”, ha declarado esta mujer que ya tiene más de 80 años y, según asegura, se rejuvenece por la decisión de haber acompañado siempre esta causa.

Todavía el pionero Carlos Alejandro conserva como una reliquia la carta que le envió su “otro padre”, Gerardo Hernández, desde una prisión norteamericana.

El niño dijo a esta CMHW recientemente: “Gerardo es como mi padre, yo quiero que él sepa que aquí en Santa Clara él y Adriana tienen un hijo, sé que un día él va a regresar y lo voy a abrazar”, asevera este pequeño.

Así es Gerardo, el prisionero 004-58725, ese que habló feliz con los niños de la compañía La Colmenita, cuando los pequeños viajaron por ciudades norteamericanas, el que habló con su pueblo el pasado 12 de septiembre , justamente en el décimo quinto aniversario del día en que fueron detenidos, cuando aseveraba que “            quince años es mucho tiempo, pero los cinco seguimos firmes”.

Abrazado por su pueblo, por amigas y amigos de todo el mundo, con el candor de los hijos que están por nacer, el beso lejano de su esposa Adriana, y el Sol de su patria que un día podrá iluminarlo, así llega el preso 004-58725 a su cumpleaños 49. Un cumpleaños que celebra tras las rejas, más libre que nunca.

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