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Pastores por la Paz: siempre bienvenidos a Villa Clara

Pastores por la Paz: siempre bienvenidos a Villa Clara

Con saldos muy positivos y el compromiso de continuar estrechando los lazos de hermandad entre los pueblos cubano y norteamericano, concluyeron su visita a Santa Clara los integrantes de la XXIII Caravana de la Amistad Estados Unidos-Cuba, de Pastores por la Paz.

El colofón de estos días de recorrido por el centro de la isla fue la Audiencia Pública que tuvo lugar en el poblado de Vueltas, del municipio de Camajuaní, donde se profundizó sobre la causa de los cinco, y la actualización del caso.

La actividad fue presidida por Manuel Mota Hernández, Coordinador Provincial de los CDR, e Iris Menéndez, delegada del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, ICAP, en el territorio, y la ocasión devino  acto de reafirmación   revolucionaria, en el cual los pobladores, junto a los caravanistas,  se pronunciaron por continuar desplegando iniciativas y acciones en todas partes del mundo porque se haga justicia y los Héroes puedan regresar a la Patria.

Edelmira Marrero Delgado, al frente del Grupo de los Cinco en Vueltas entregó a Gail Walker, hija del reverendo Lucius Walker,  sendas banderas realizadas por manos cederistas, con el logo de los luchadores antiterroristas, y con la imagen del Che, como recuerdo de este encuentro.

Walker ratificó la voluntad de los Pastores por la Paz de continuar luchando por romper el muro de silencio en torno al caso, además de demandar el cese del bloqueo a la isla.

Noah Fine, joven residente en Vancouver, Canadá, expuso sus experiencias sobre las múltiples muestras de solidaridad e iniciativas que despliegan en su país a favor de Cuba y en demanda de la libertad de los cinco, mientras que Víctor Zenón, de México, explicó los detalles del recorrido de la Caravana por varios países, y donde se van sumando muchas personas de buena voluntad.

En su visita a Villa Clara, los Pastores por la Paz rindieron tributo al Guerrillero Heroico, estuvieron en lugares vinculados a la protección del medio ambiente como los Proyectos Por la costa, de Caibarién , así como Naturarte, y el organopónico La Riviera, de Santa Clara, además de compartir con combatientes, con el colectivo del Hospital Infantil Para una sonrisa, del Hospital Pediátrico José Luis Miranda, y con trabajadores y mujeres de la Tercera Edad que permanecen en el Hogar de Ancianas Número 4 en la capital provincial.

 

UN ENCUENTRO INSPIRADOR

 

Precisamente el encuentro con las ancianas que se encuentran en esa institución estuvo cargado de profundas emociones tanto para el colectivo de trabajadores, las abuelitas, y los integrantes de la Caravana de la Amistad.

“Inspiradora”, fue la palabra que más repitieron los caravanistas al intercambiar en esa institución donde se encuentran 35 mujeres adultas mayores, con una edad promedio superior a los 85 años.

“Siéntanse como en su casa”, dijo Esperanza Sánchez, Directora del asilo, al recibir a los amigos solidarios, y así fluyó el diálogo entre hermanos.

Esperanza profundizó sobre las características del Programa del adulto mayor en Cuba donde se brinda una especial atención a los ancianos.

Juan Vega, de 75 años narró acerca de su vida en ese lugar, donde hay tiempo para realizar labores manuales, bordados, jardinería, y otras obras artesanales con lo cual pasan sus días con más entretenimiento y placer.

Los Pastores por la Paz, entretanto se interesaron en conocer las diferencias del  trato a la ancianidad antes y después de la revolución, y explicaron las grandes diferencias con lo que acontece en Estados Unidos, donde la vejez es prácticamente olvidada.

Louis Wolf  e Ismael Lores, integrantes del grupo solidario agradecieron el intercambio, que los llena de energía y les ofrece nuevas razones para seguir incrementando la solidaridad con la isla.

¡Gracias  a la revolución, a Fidel y a Raúl por lo que hacen por los ancianos!, dijo Wolf, quien pertenece a una asociación que se preocupa por los derechos de la vejez en su nación.

Así, cargado de emociones transcurrió el diálogo fraternal  donde no faltó el canto de Lidia Arteaga López, de 91 años, quien acompañada de todo el grupo entonó las letras de la conocida canción ¡Cuba, qué linda es Cuba!

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