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Un Primero de Mayo junto al Che

Un Primero de Mayo junto al Che

Nuevamente mi pueblo saldrá a las calles. Nuevamente la Plaza del Che se inundará de banderas multicolores. Otra vez, los viejos combatientes con los pechos cargados de medallas, y las familias, con los niños al hombro, y una sonrisa de seguridad en el mañana.

Otra vez los jóvenes, irreverentes, más parecidos a su tiempo que a sus padres, juntarán sus manos, para decir que hay que cambiar todo lo que debe ser cambiado, pero que quieren esta Cuba libre, aunque sea preciso seguirnos transformando, y hacerlo todo mejor de ahora en adelante.

Allí, en las plazas y parque de Villa Clara, como en toda Cuba, mi pueblo volverá a vibrar este primero de mayo. Porque somos auténticos, y porque decidimos construir nuestro destino, sin que nadie venga a imponernos leyes ni recetas.

Ante el Che, mirando al sur, gritaremos otra vez las consignas que nos han identificado siempre como habitantes de esta isla donde queremos vivir muchos necios, apostando por una patria diferente.

Nuevamente, las mujeres, profesionales, técnicas, obreras, amas de casa, desvinculadas, juntarán corazones, porque esta sociedad las hizo crecer, y ya nadie podrá detener el rumbo que hemos escogido.

Estarán vistiendo los colores de la Patria los educadores, los maestros, los de la salud,  los constructores, los metalúrgicos, los científicos, los agropecuarios, los hombres y mujeres del sector de los servicios, del turismo, los azucareros y tabacaleros, los trabajadores de la Cultura y el deporte, los cuentapropistas, imprescindibles hoy en una isla que cambia.

Las cubanas y los cubanos estaremos con el Che, llevando resultados, pero también muchos compromisos, porque sabemos que no todo está hecho.

Y le hablaremos de un país que actualiza su modelo económico en medio de un mundo un crisis. Le diremos al Guerrillero que no ha sido fácil, que para los cubanos intentar la necedad ha sido un desafío durante más de 50 años. Le diremos que una revolución verdadera necesita renovarse, y que eso intentamos. Como nos enseñó Martí: “con todos y para el bien de todos”.

Desfilaremos por la sangre generosa derramada durante siglos, porque queremos una estrella solitaria…y porque no estamos solos.

En la Plaza del Che, en cada provincia, en mi país, tendremos los hermanos solidarios de muchas naciones que nos acompañarán en esta nueva jornada por el porvenir. Y estarán también los jóvenes de otras nacionalidades, que estudian en Cuba, con sus himnos, sus bailes, y con ese amor repartido que hoy se multiplica.

Aquí, en Santa Clara, nuevamente levantaremos nuestra frente ante el Che, que mira al Sur, al continente latinoamericano que hoy habla con voz propia y que ya no acepta que le impongan la exclusión de Cuba, o el robo de Las Malvinas.

Será otro Primero de Mayo en mi patria. Un primero de mayo diferente, pero con la certeza de que en las calles, veremos otra vez a un pueblo grande, apostando por el porvenir.

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