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Los cinco: doce años de prisión injusta, doce años de dignidad

Los cinco: doce años de prisión injusta, doce años de dignidad

Doce años en una prisión injusta es un nuevo motivo para unir voces a favor del regreso de cinco hombres dignos, cuyo único “delito” fue infiltrarse en organizaciones terroristas de la Mafia Cubano-americana para impedir la muerte de hijas e hijos de su pueblo y del propio pueblo de Estados Unidos.

Desde aquel 12 de septiembre del año 1998, en que Gerardo Hernández, René González, Fernando González, Ramón Labañino y Antonio Guerrero fueron detenidos en medio de la madrugada y con gran despliegue de fuerzas y medios, han transcurrido 12 años de crueldad, acusaciones falsas, ensañamiento, condenas desmesuradas, y un juicio político manipulado hasta la saciedad.

Han sido 12 años de dolor de familiares, de visas negadas a dos de las esposas, Olga Salanueva y Adriana Pérez O’Connor, a quienes de manera reiterada se les niega las visas y ni siquiera han tenido el derecho de visitar a sus cónyuges René y Gerardo en las prisiones donde permanecen encarcelados injustamente.

Todo ha sucedido en este tiempo: han intentado comprarles la dignidad, los han invitado a traicionar, a que claudiquen, pero la altivez de estos hombres se mantiene inalterable.

Nuestros héroes han resistido la separación de sus familias, el aislamiento en celdas de castigo, la falta de oxígeno en el hueco, las arbitrariedades de una justicia, con vendas en los ojos, que cada día se empantana en un dilatado y manipulado proceso cargado de intereses políticos y que parece no tener fin.

Años que han convertido a nuestros héroes en gigantes, porque encarnan los más grandes valores de nuestro pueblo.

Entretanto, la solidaridad internacional crece más alta que nunca.

Hoy, como auguró Fidel, ya los cinco no son hombres desconocidos. Una ola mundial de amor y de respeto hacia los héroes y hacia nuestra isla se ha multiplicado, a pesar del gran muro de silencio que la gran prensa norteamericana ha intentado erigir sobre el caso.

Así lo corroboraron recientemente integrantes de la Caravana de la Amistad Estados Unidos Cuba, Pastores por la Paz, quienes visitaron nuestra provincia el pasado mes de julio, con el inolvidable hermano, el reverendo Lucius Walker al frente.

Sentimientos similares se constatan en los miembros de las Brigadas Venceremos, de la Puertorriqueña “Juan Rius Rivera”,  o de los jóvenes que subieron al Aconcagua y otros que ahora mismo escalan cualquier altura en diversas partes del mundo, en demanda de que triunfen, definitivamente, la verdad y la justicia.

Hoy se fomentan los Comités Internacionales a favor de la causa, junto a voces de artistas e intelectuales y de importantes políticos que se alzan para que cesen las arbitrariedades en contra de los luchadores antiterroristas.

En fin, es un reclamo universal que ya nada podrá detener hasta que estos hombres vuelvan a su país, lo cual se puede constatar en la respuesta de jóvenes de otras latitudes que estudian en Villa Clara, quienes son hoy más hermanos que nunca, luego de conocer nuestras verdades y nuestras razones.

Ellos acaban de enviar misivas al presidente norteamericano Barack Obama para que ponga punto final a este proceso que ensucia de lodo y de vergüenza al sistema jurídico norteamericano.

Quien ha estado al tanto de esta batalla, se conmueve cuando piensa en  aquellas personas que en el mismo corazón de los Estados Unidos no descansan en nombre de esta causa, como Graciela Ramírez y Alicia Jrapko, por solo citar dos nombres de tantas y tantos hermanos y hermanas que han abrazado esta bandera de amor y esperanzas.

Por eso es preciso seguir incrementando esos gestos de amor, imprescindibles en esta lucha que no concluirá hasta el retorno de los luchadores antiterroristas a Cuba,

Hoy se hacen más vigentes que nunca las palabras suscritas por Gerardo en un mensaje enviado al mundo justamente cuando se conmemoró el décimo aniversario del injusto encarcelamiento de los cinco:

“La última palabra en el caso de los Cinco la tienen ustedes, nuestras hermanas y hermanos de Cuba, de los Estados Unidos y de todo el mundo, que a lo largo de estos años han sido nuestra principal fuente de aliento. Nuestras esperanzas no están depositadas en ninguna corte. (…)Nuestra esperanza son ustedes, quienes a base de sacrificios y nadando contra la corriente, han logrado que hoy en todos los continentes se conozca la injusticia cometida contra los Cinco. Ustedes, que hoy no andan de paseo, ni están descansando en sus casas, sino que nos honran con su presencia en diferentes actividades, conmemorando el décimo aniversario de nuestro encarcelamiento.

A ustedes corresponde continuar luchando para desenmascarar la doble moral de un gobierno que invade a otros países supuestamente para combatir el terrorismo, al tiempo que alberga y protege a connotados terroristas, y encarcela a quienes trataban de impedir sus actos criminales.

En ustedes confiamos para poner al descubierto la hipocresía de las grandes corporaciones de la información y de ciertas organizaciones internacionales, que convierten en sufridos presos políticos a mercenarios que traicionan a su pueblo por un puñado de dólares o una visa, mientras silencian miserablemente el caso de dos mujeres que han sido privadas del derecho elemental de visitar a sus esposos en prisión.

Sabemos que la razón está de nuestra parte, pero para que se haga verdadera justicia necesitamos un jurado de millones de personas en todo el mundo, y los necesitamos a ustedes, defensores de las causas justas, para dar a conocer nuestra verdad. (…)Sabemos que, para continuar la marcha, podemos seguir contando con ustedes, y también ustedes podrán contar siempre con nuestra firme disposición de resistir, con la frente en alto, el tiempo que sea necesario”.

Ricardo Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, un infatigable batallador para abrir la verdad ante el mundo, ha reiterado una y otra vez cuánto más podemos hacer para corresponder al enorme sacrificio de los héroes.

“Ellos, los cinco hacen más que ninguno de nosotros por su libertad. No descansan, trabajan con sus abogados, escriben cartas a muchos amigos en el mundo, hacen arte, tanto sacrificio merece que no descansemos ni un solo instante hasta traerlos de vuelta a casa. El Presidente Obama puede de un plumazo terminar con esta injusticia”, ha advertido el también miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba.

El Presidente cubano Raúl Castro, en múltiples ocasiones ha reiterado el compromiso inalterable de continuar esta batalla, una idea que ha sostenido también el líder Fidel Castro, quien afirmó en la sesión extraordinaria de la  Asamblea Nacional del Poder Popular que “una semana es poco tiempo, pero que diciembre es mucho tiempo para que ellos permanezcan encerrados”.

Son, definitivamente doce años de dignidad encerrada, de una batalla que no cesará hasta que Gerardo, René, Ramón, Fernando y Antonio puedan ver nuevamente el Sol y el cielo de su Patria y el suelo irredento de su isla grande y victoriosa.

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