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RAMON LABAÑINO: LAS GAVIOTAS BLANCAS ECHARAN A VOLAR

RAMON LABAÑINO: LAS GAVIOTAS BLANCAS ECHARAN A VOLAR

Este 9 de junio Ramón Labañino Salazar cumplió 47 años. De ellos permanece casi doce en prisiones norteamericanas.

El “delito” de Ramón fue sólo uno: defender la vida de la gente de su pueblo, impedir actos terroristas que provocaran dolor y muerte.

 

En el período comprendido entre 1980 y 1986 cursó estudios universitarios en la especialidad de Economía, y se graduó con Diploma de Oro en la Universidad de la Habana.

Ramón fue un joven como otro cualquiera: alegre, amante del deporte y de la música, enamorado.

Quienes lo conocen, lo describen como un hombre noble, de buenos sentimientos, excelente padre, hijo y esposo.

Detenido en los Estados Unidos el 12 de septiembre de 1998, Ramón, junto a sus cuatro hermanos, ha sufrido el ensañamiento más cruel: aislamiento, acusaciones falsas…Su condena inicial fue de cadena perpetua más 18 años de privación de libertad. Fue entonces cuando, en su Alegato de Defensa ratificó una declaración de principios que ha mantenido intactos desde entonces:

 

“Si por evitar la muerte de seres humanos inocentes, si por defender a nuestros dos países del terrorismo y evitar una invasión inútil a Cuba es por lo que se me condena hoy, pues bienvenida sea. ¡Llevaré el uniforme de recluso con el mismo honor y orgullo con que un soldado lleva sus más preciadas insignias¡¡Este ha sido un juicio político, y, como tal, nosotros somos prisioneros políticos! ¡Aquí está la evidencia, y aquí está escrita la historia: ella será quien nos haga verdadera justicia”

 

A fines del pasado año, Ramón fue resentenciado y su condena se redujo a 30 años de privación de libertad. Su esposa Elizabeth Palmeiro, quien participó en el juicio recuerda el momento y la dignidad de Ramón, una dignidad, que como ella afirma, le hace crecer ante sus ojos:

“En un instante cerró las manos como en un puño, como en señal de victoria, eso me enorgullece, es muy duro saber que regresará con más de 60 años, que nuestras hijas ya habrán cumplido más de treinta, pero cuando uno enamora de una persona así, es para toda la vida. . Por eso seguiremos luchando, hasta que se haga justicia plena, en especial con Gerardo Hernández, a quien ni siquiera le han dado la posibilidad de ser resentenciado”.

 

Graciela Ramírez, al frente del Comité Internacional de Solidaridad con los Cinco, ha reiterado una y otra vez la idea: “No vamos a descansar hasta que ellos vuelvan a su Patria”.

 

El pasado 9 de junio Ramón no pudo abrazar a su esposa Elizabeth, ni a sus hijas Ailí, Lizbeth y Laura. Pero hasta su cárcel llegaron cientos, miles, millones de abrazos  solidarios y la certeza de que algún día, las gaviotas blancas echarán a volar como símbolo de libertad, definitivamente conquistada.

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