Mi voto por Cuba

 

Mi voto de este domingo es por Cuba. Es una convicción. Voto porque quiero la felicidad de las generaciones venideras, y porque no deseo para mi isla otro futuro que no sea esta república libre por la que han entregado su vida tantos hombres y mujeres. La República que soñó Martí donde se haga culto a la dignidad plena del hombre.

Voto porque quiero Cuba para los cubanos y porque nuestro destino lo decidimos nosotras y nosotros, los que somos hijas e hijos de este pueblo desafiante que no soporta el servilismo, porque hace mucho tiempo caminamos con los rostros altos y la dignidad como estandarte.

Voto porque quiero sobre mi frente la estrella del Apóstol, esa que ilumina y mata.

Voto por el mejor, porque así reconozco el mérito, la capacidad y a esas personas que son líderes en el barrio y lo entregan todo por su comunidad, sin recibir nada a cambio, sólo la alegría cuando resuelven algún problema comunitario, o cuando llevan la voz de sus electores ante la Asamblea Municipal. Incluso, esos mismos delegados que también se sienten insatisfechos cuando no han podido dar solución a algún planteamiento de sus electores.

Voto por la mujer que, en medio de tantas responsabilidades dentro y fuera del hogar, aceptó el reto, por el negro tan discriminado en el pasado, por el joven que simboliza el futuro, y también por el que peina canas y se ha ganado el prestigio en su barrio, donde vuelve a ser reelecto.

Voto por mi pueblo trabajador, ese que contra viento y marea ha salido adelante, mi pueblo que ha vencido años de bloqueo, presiones externas, acusaciones falsas, el que ha resurgido después de los huracanes, el que está hoy en cualquier país, vestido de médico, enfermera, maestro, instructor deportivo, llevando la esperanza.

Voto por tanta virtud acumulada, por la sonrisa de la niña o del niño que custodia las urnas, y voto porque, aún con nuestros errores, nuestras inconformidades, no conozco una sociedad mejor, donde se sueñe, o más bien, se tenga la certeza de que es posible construir ese  mundo posible donde reinen la paz, la solidaridad y el amor entre los seres humanos.